Hacer el ateísmo más visible reduce los prejuicios contra los ateos

Durante los últimos años, una crítica muy común advertía de que los modales y la estrategia aparentemente agresivas de los llamados "nuevos ateos" podían arriesgar la imagen pública de los mismos ateos (Scott Atran: "Hace que me de vergüenza ser ateo"). Pero un estudio publicado por Will M. Gervais, de la universidad de British Columbia, en Personality and Social Psychology Bulletin [PDF] apoya ahora el punto de vista contrario: en la medida en que el "nuevo ateísmo" ha contribuido a hacer más visible públicamente el ateísmo, también habría contribuido a reducir los prejuicios contra los ateos.

El caso de los prejuicios contra los ateos es interesante porque desafía la idea bien establecida en las ciencias sociales de que los prejuicios contra los grupos aumentan a medida que también aumenta el tamaño del grupo.

Según encuestas, en EE UU los no creyentes forman el grupo que genera mayor desconfianza política, pese a que son 58 veces más numerosos que los mormones, 41 veces más numerosos que los judíos y el doble de veces más numerosos que los budistas. Según Phil Zuckerman, los ateos forman de hecho el grupo "religioso" más extenso del planeta después de los cristianos, los musulmanes y los hindús. Dado que el porcentaje de ateos está aumentando en todo el mundo, incluidos los EE UU, cabía esperar que los prejuicios contra los ateos también están aumentando, pero el cuadro es complejo.

Según Gervais los prejuicios antiateos difundidos en sociedades altamente religiosas como los EE UU tienen que ver con la desconfianza, no con el miedo. Una sociedad donde más de la mitad piensa que la moralidad no es posible sin Dios, probablemente desconfíe de los ateos. Pero los prejuicios basados en la desconfianza (a menudo basada en la ignorancia), a diferencia de los basados en el miedo, pueden ser superados justamente a medida que aumenta el tamaño y la visibilidad del grupo de referencia.

Para probar la hipótesis de que los prejuicios antiateos disminuyen a medida que aumenta la prevalencia de los ateos, y el conocimiento público que se tiene de ellos, Gervais diseñó cuatro estudios. Los estudios 1 y 2 mostraron que la mayor prevalencia de los ateos estaba relacionada negativamente con los prejuicios antiateos de los creyentes, tanto en el entorno local de una universidad norteamericana como en datos procedentes de distintos países. El estudio 3 mostró que el concimiento de que los ateos constituían un grupo común reducía los prejuicios contra los ateos. El estudio 4 mostró que una mayor información sobre la prevalencia de los ateos también disminuía los prejuicios.

Aunque este trabajo no aísla en concreto la influencia del llamado "nuevo ateísmo" es obvio que -como incluso reconoce Mooney-  aporta un punto de apoyo a la visión y la estrategia del nuevo ateísmo. Desde luego, favorece la idea sostenida por Dawkins y otros de que "salir del armario" (hay un artículo muy interesante de Gregory S. Paul comparando el movimiento ateo con el homosexual) mejoraría la imagen pública de los no creyentes.


Ateos y agnósticos en el mundo.



ResearchBlogging.org Gervais WM (2011). Finding the faithless: perceived atheist prevalence reduces anti-atheist prejudice. Personality & social psychology bulletin, 37 (4), 543-56 PMID: 21343437

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